Los días de
lluvia van a acabar por curar alguna de mis lesiones, terapia de reposo, además
de permitirme charlar con alguno de los más constantes equipadores que
transitan nuestras escuelas.
Compartía café con cuatro de ellos, que habrán
equipado más de doscientas vías de nivel en el último año, comparando las
cifras de mi post anterior sobre cuánto cuesta un sueño.
Estuvimos
de acuerdo que los números exactos de cuánto cuesta cada material varía en
función de cuándo se compre, la calidad y la cantidad. También hay diferencias
en la forma de equipar, si hay que sikar mucho, o limpiar, o hacer otro tipo de
arreglos a la vía. Todos discutibles, otro día tratamos estos temas de
discusión en su variante económica.
Hoy empiezo
una sección fija que se va a llamar “Conceptos de Economía”.
Discutimos
sobre cuánto cuesta equipar una vía. No estaban de acuerdo conmigo en que Carne
de Birlocha costara 2.000 €, pero sí que hay que hacer una inversión inicial de
ese dinero para tener el material para equipar. A partir de ahí llegamos a un
consenso de que cada vía lleva a costar unos 150 euros, entre material y
combustible.
Analicemos
lo que ha costado a estos “equipadores” su primer sector.
Pongamos,
para hacer más fácil el ejemplo, que equipo un sector Iniciación, al ser mi
primer sector equipado con un total de seis vías, hago la inversión inicial y
en un par de semanas consigo equipar la sexta. Si trasladamos todo esto a una
gráfica, inversión inicial y lo que cuesta cada vía nueva, que lo he llamado
“coste de equipar” llegaremos al punto que el total de la inversión han sido
2.700 euros, en el gráfico es la Fila “coste total”, que va sumando cada
vía. El promedio de cada vía es de 450 euros. El coste marginal de equipar
una nueva vía es cada vez menor, si bien el coste total es cada vez mayor. Cuantas
más vías equipo menos es el coste marginal, al dividir el total entre lo que me
he gastado, siendo cada vez más lo que gasto.
Así
funcionan las empresas, producir va costando menos cuantas más unidades
produzco, siempre que las venda por un precio medio que me cubra lo que me
gasto en producirlas, más un importe que me permita producir nuevas, más un
importe variable que será mi beneficio.
Ahora viene
la pregunta que les hice, ¿cuál es el beneficio de vuestra inversión? No
vendéis las vías, ¿o sí?, estáis sujetos a la crítica permanente sobre el
precio de la misma – grado propuesto –, a la crítica sobre su manufactura – si
alejan los seguros, si están bien puestos – y a la inversión realizada – si
faltan seguros-.
Seguía lloviendo, respondieron muchas cosas, que cada uno añada las respuestas que quiera.
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