Explica
eso del grado, es la última petición de un profano en la escalada
deportiva que lee el blog. Voy entendiendo eso de los parkings, las
escuelas, las prohibiciones, el turismo de repetición y otros
conceptos, me escribe, pero no entiendo lo del grado.
Es uno
de los aspectos que hacen que nuestro deporte tenga un tema de
conversación y discusión permanente, y, lo más importante, obliga
a la búsqueda del análisis, comparación y consenso de los
escaladores.
Denominamos
“grado” a la escala que mide la dificultad de las rutas
individuales de escalada, cada nivel de dificultad creciente se le
asigna un número del uno en adelante, y entre un número y otro se
gradúa con un signo mas “+”, por consenso se ha adoptado este
modo de graduar, que es la escala francesa, así un 7a es más fácil
que un 7a+. Hay otras graduaciones, la alemana, con algo más de
dureza, la americana y la de la federación internacional, pero es la
francesa la que sale en las revistas y la que se adopta de forma
universal.
Las
vías más difíciles del mundo están cotadas en 9b y 9b+ y sólo
hay dos escaladores que han conseguido esa dificultad. Hasta aquí
una breve explicación del grado. El que abre o equipa una vía
propone un grado de dificultad, basado en su experiencia de probar
movimientos y por comparación con otras vías ya encadenadas. Los
siguientes escaladores que repiten la vía confirmar el mismo o lo
revisan proponiendo uno más alto o más bajo. Es un hecho subjetivo
la graduación, sin embargo en la mayoría de los casos hay
unanimidad en la dificultad graduada.
¿Dónde
está la discusión? Te preguntarás. El motivo de discusión es que
al “graduar” (hecho de medir en números la dificultad de una
vía) se llega por consenso y hay supuestos en que no se se llega a
tal. Es lógico tener dudas cuando se llega al grado máximo, nuestra
experiencia en esa clase de movimientos, “registro gestual
necesario en cada grado” suele decir Dani, es más limitada.
Requiere entrenamiento, aprendizaje, probar de forma repetida niveles
de fuerza y esfuerzo superiores para superar cada grado. Entonces al
hacer una vía en ese nivel, que nos puede parece más dura que las
anteriores del mismo, la graduamos con un nivel mayor. Aquí es donde
el consenso de los escaladores entra, aquellos que tienen un nivel
mayor suelen tener referencias para graduar esos niveles en el límite
y corrigen las propuestas. Hay una zona gris en un número pequeño
de vías que al final, normalmente por ser publicadas en guías de
escuelas, están graduadas sin consenso total y pueden ser un grado y
u otro, según apreciaciones subjetivas.
Por
ejemplo, en la Guía de escalada de Cuenca hay más de mil vías
publicadas con una propuesta de grado, y sólo en menos de un cinco
por ciento se duda si puede ser distinto. Siendo subjetivo el grado
no como otros deportes donde la escala es objetiva para todos, como
el atletismo con sus marcas o el golf con su handicap, es de destacar
que sólo en un porcentaje bajo se duda, cincuenta de mil, en el caso
de Cuenca, parece asumible.
En la
búsqueda de la dificultad tratamos de encadenar vías de grado cada
vez más alto, es el objetivo de la mayoría de los escaladores,
superar el grado anterior y escalar al máximo nivel.
Aquí
es donde empieza el misterio del grado cambiante, en el tercer
tiempo, el de disfrutar de las cervezas y de los amigos.
Una
cerveza y se ve mejor. “Esa vía no es 8a”, frase lapidaria de un
escalador a otro, normalmente el primero ya ha hecho más de uno y el
otro está peleando para encadenar la vía. Connotaciones todas las
que os imaginéis. Hace unos años si una chica encadenaba una vía
dura (aquí en cada época ha sido un nivel superior) directamente
pasaba a cuestionarse el grado y considerarla un plus (+) inferior.
Otra
cerveza. “En esta escuela se regalan la vías”, comentario de un
escalador para decir que las vías están mal graduadas y que es más
fácil superar la máxima dificultad. Aquí puede ocurrir que recién
equipadas todavía no se saben todos los posibles métodos de
encadenarla que pueda hacer que se vayan ajustando a la baja las
propuestas, o bien que, efectivamente están mal graduadas, por
inexperiencia de los que proponen el grado, por motivos de dar
publicidad a la zona, o por falta de referencias. Hay vías, que ya
he explicado que denominamos “comerciales” de dificultad, más
fáciles de encadenar que otras de su mismo grado. Parecen más
fáciles, a veces lo son, a veces no se quiere cambiar...
Otra
más y ya la discusión va que los esponsores exigen resultados y una
serie de logros, reseñas en publicaciones, y se crea el mito de
ciertas vías de la máxima dificultad y se cuestionan
encadenamientos y escaladores. Machacas del séptimo grado me decía
un veterano estas vacaciones, que van sobrados. Leer el 8a.nu es toda
una experiencia para ilustrar las opiniones sobre los grados de las
vías en duda.
Un
equipador amigo mío dice que en muchas escuelas argumentan que el
grado está más duro en la suya que en las demás.
Reunión
de escaladores y discusión del grado de las vías. La sal de este
oficio. Empieza la discusión del misterio del grado cambiante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario