La
ardilla ni se inmutó ante el grupo multinacional que estábamos a
pie de vía en espadelles. Disfrutaba del cálido atardecer, el
primero en varios días lluviosos y fríos, en la cadena de “pal
este”. Tomó el camino directo a su madriguera, bajando el 8c en el
sentido contrario que había tomado Dani Moreno unos minutos antes,
se paró un momento, miró como si saludara y desapareció. Nos dejó
la sonrisa a todos hasta que el sol enrojeció el fondo del horizonte
y nos devolvió a la rutina de la vuelta a nuestras cosas.
Charlaba
un minuto antes sobre los pasos y lo que cuesta hacerlos cuando esta
ardilla me recordó, misterios de las asociaciones de ideas de
nuestro cerebro, de lo que cuesta la gasolina, quizás por la
expectativa de que baje que hay todos los años, quizás por lo
eficiente que fue bajar en línea recta sin tener que pararse a
chapar, puede que por la fama de ahorradoras que tienen las ardillas,
ganada con justicia, recogiendo para el invierno.
Vayamos
con el precio de la gasolina. Nos referimos a ésta cuando la mayoría
lo que usamos es gasoil en nuestros vehículos. No obstante para el
análisis que voy a hacer vamos a unificarlo y simplificarlo en el
“petróleo”, que es, a la postre, de donde se obtienen ambos
productos y que fija el precio de ambos.
Si
vemos los precios del petróleo en enero de cada año desde 1.987,
entenderemos que es difícil predecir a futuro el mismo, así como
hacer una estimación. Intervienen factores políticos de los países
implicados, geológicos de reservas que existen en el mundo y su
coste de extracción, y económicos a nivel mundial, si hay crisis se
consume menos y la demanda baja, por tanto su precio. Los analistas
suelen decir que el precio se va a mantener estable en el año,
cuando nunca ha pasado. Además de tanto en tanto alguna guerra en
Oriente Medio o revolución en algún productor de petróleo hacen
que aumente fuertemente, precio que vuelve al nivel anterior cuando
finaliza el conflicto.
Este
año se está manteniendo estable o con ligeras bajadas en el precio
de origen. ¿Por qué no baja la gasolina?
Aquí
entra en juego la segunda variable y es el dólar, sí si la moneda
americana es clave. El petróleo se compra por barriles y se paga en
dólares americanos, el precio se ha mantenido estable en el año,
dólar arriba dólar abajo en los últimos meses, ¿por qué no baja
la gasolina?
La
gasolina o el gasoil lo pagamos en euros, no en dólares, y el euro
se ha revalorizado con relación al dólar en casi un diez por ciento
en estos meses. Si el petróleo cuesta los mismos dólares o alguno
menos y pagamos en euros, que ahora por los mismos euros tenemos más
dólares sigue la pregunta de por qué no baja la gasolina. Las
grandes compañías de petróleo ganan un poco más en cada litro, no
están muy interesadas en bajar el producto.
El
estado y algunas comunidades autónomas cobran impuestos a la
gasolina, en total el 43% en el gasoil y el 48% en la gasolina. Así
que cuanto más caro sea más recaudan. Nos encontramos con un socio
no interesado en intervenir demasiado. Cuales son los motivos del
Estado, tiene intereses contrapuestos y quiere lo mismo y lo
contrario a la vez. Por un lado el precio de los carburantes es un
factor determinante en la composición del I.P.C., índice de precios
al consumo, que, hasta hace poco, fijaba la subida de las pensiones
entre otras cosas, que es el principal gasto del Estado, y por otra,
si bajaran los precios como parece que tendría que ocurrir al bajar
el precio del petróleo y subir el euro sobre el dólar, que
reforzaría esa bajada, recaudaría menos impuestos y podría situar
la inflación en tasas negativas, conocido como deflación, que es
uno de los riesgos de una economía. Lo trato de explicar, si bajan
los precios disminuye el consumo, al suponer los compradores de
bienes y productos que es mejor esperar a que bajen más, eso produce
nuevas bajadas de precios, que llevan a despidos y disminuciones de
inversión porque hay menos demanda.
Vaya
lío me decían a pie de vía. Sí, no es fácil explicar qué ocurre
en la economía. Y menos cuando de vuelta a casa paré en Fraga a
echar gasoil en la cooperativa de allí y le precio estaba un 9% más
barato que en el resto de la zona y un 12% más barato que en la
comunidad autónoma con impuesto añadido al combustible. Es evidente
que ganan dinero, si no no lo harían, y eso lleva a preguntarse por
qué no lo hacen las grandes petroleras.
La
ardilla de Margalef nos contestaría con inteligencia sin palabras,
recoge ahora que hay abundancia, almacena para cuando no haya y no
depende de los precios, sólo que haya árboles. Claro que el
depósito de la furgo sólo caben setenta litros y no pude llenar
para otros viajes.
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