Los
días de invierno son cortos y fríos. Este año además aderezados
por un continuo de borrascas atlánticas, visitantes rápidos y
continuos de nuestras escuelas. Nos han dejado sin muchos días para
escalar, los pantanos llenos de agua, oro para el verano, y tiempo
para encerrarse, con nuestros proyectos en mente, en los tablones de
presas, programas de entrenamiento y bloques sin resolver.
El año
avanza. Los problemas o situaciones crecen, se perpetúan y algunos
nacen al albor de nuevas regulaciones, es raro que alguno se
resuelva. Dividido mi tiempo entre dinámicos al último lateral de
la Franja de Gaza y bajadas por la Quebrantahuesos de Cerler, el año
pasado ambos en el horizonte, hoy proyectos en curso tras un período
de aclimatación y aprendizaje con mi instructor sueco de esquí, genio en su visión de los españoles y nuestra forma de vida, vuelvo a la escritura de la gestión económica en
la escalada deportiva. Período invernal superado en su rigor más
intenso.
Me
contaba Jesús, instructor en Cerler, que cada año va menos gente a esquiar a esa estación mientras sigue creciendo la afluencia al
resto de Aramón. Tenía clara la solución, mejorar el acceso por
carretera al valle de Benasque, auténtica ratonera en sus últimos
kilómetros, ya que ahora es el principal elemento disuasorio a la
hora de comparar con otras estaciones no situadas tan al interior de
Pirineos. Inteligencia en el análisis de la situación y de su
solución. Pendiente de una dotación presupuestaria pública y de
una gestión política y administrativa para el impulso de una zona.
Aparcado
en Valdecabras Sur, junto a otros treinta y cinco vehículos, leo la
llamada de la Asociación de Escalada Sostenible de la Zona Centro a
la renovación de socios, después del impulso inicial toca renovar,
seguir apoyando la labor difícil, constante y tan ingrata de los
que pelean con las administraciones públicas, propietarios de
terrenos, regulaciones y prohibiciones, que nos afectan de forma
permanente. Nuestra voz debe seguir siendo conjunta y expuesta como
colectivo interesado. La constancia es la clave para el éxito a
medio y largo plazo.
Cuenca
sigue cambiando, creciendo, mejorando incluso la calidad de sus vías
y sectores. El proyecto Tiketea Cuenca, en fase de análisis los
escasos datos que se aportaron por un grupo de voluntarios, fue un
intento de contabilizar el impacto en las cuentas de la ciudad y sus
alrededores, en próximas fechas lanzaremos las primeras
conclusiones, éxito en el planteamiento, no tanto en el desarrollo
del mismo.
Luces
y sombras. Días de lluvia que anticipan una cercana primavera.
Marcho para Margalef. Hablaré con el Lechero, el alcalde, a ver cómo
va el problema de la recogida de basuras. Uno más de los temas
pendientes del año, requeridos de gestión y afrontar el problema,
no pasar de lado para que lo resuelva el paso del tiempo, nuestro
peor enemigo.
Luces y sombras al atardecer en Valdecabras Sur |
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