El
31 de diciembre se acerca y con él el cierre de ejercicio contable en
la economía real. Se revisan los presupuestos, se cuadran los
balances y se ajustan los beneficios y pérdidas que acarrean sus
implicaciones fiscales.
Ya
no hay tiempo casi para más que algún ajuste en alguna partida,
alguna compra, alguna venta, algún ingreso o algún gasto
extraordinario. El año está cerrado y ya solo queda pensar en el
siguiente. Pensar en los objetivos, los recursos necesarios para
llevarlo a cabo y una planificación temporal previsible y razonable.
Cerramos
2015, año de escalada y hacemos un ejercicio igual. Ya no va a ser
posible encadenar los proyectos más duros, salvo algún privilegiado
que aproveche estos días de vacaciones y tenga el tiempo y la
motivación, no así los que hacen bloque, que ellos, al igual que
los ingleses, cierran el ejercicio el 31 de marzo, así que todo esto
les aplica, pero no de manera igual, no está todo el mundo de
Navidad y villancicos.
Así
que hagamos un balance rápido, le acompañaremos de algunos números.
1.-
No hemos llegado al grado máximo objetivado. En ninguno de los tres
aspectos, a vista, a flash o trabajado. Lleva consigo que en la
reunión del equipo yo soy paganini de cena y otros los invitados.
2.-
El número total de vías nuevas encadenadas de todos los grados
supera el centenar: Más de la mitad están en el percentil superior
de la escala de dificultad. Ese sí es un objetivo conseguido.
3.-
Dos lesiones de más de un mes de duración: eso unido al clima hace
que el año escalable sea de menos de nueve meses, en la media de los
últimos años, las mismas vías en menos días. Según mi hoja excel
esa es la principal razón de que no haya conseguido superar el
objetivo uno.
He
ido al fisiounas 25 veces en el año y he llegado a un acuerdo de que
me cobre 25 euros por sesión (muy razonable por cierto) = 625 €.
4.-
El número de escuelas visitadas distintas ha sido de 25. No está
mal. En dos continentes distintos.
5.-
Número de pies de gato utilizados: dos pares nuevos y cinco
recauchutados. A saber: 120 € + 115 € + 140 € = 375 en pies de
gato.
6.-
Resto material nuevo: una cuerda 170 € + un arnés 55 € + 10
cintas express 170 € = 395 en resto material básico.
7.-
Ropa nueva adquirida: dos pantalones 100 € + tres camisetas 60 €
+ una sudadera 35 € = al menos 195 €.
8.-
Licencia federativa y cuota Asociación: 110 € + 15 € = 125 €.
9.-
Kilómetros hechos para escalar más de 20.000 a 10 € los 100 (esto
del cambio de vehículo lleva un sobre coste) = 2.000 €.
Aquí
hay que valorar la positiva evolución del precio del gasoil, que
hemos comentado muchas veces e hicimos una previsión muy realista a
primeros de año.
10.-
Parkings, campings y demás: 400 €.
11.-
Rokódromo o sala de bulder: 35 €/mes = 420 €
12.-
Entrenador, en mi caso os recuerdo que era en bitcoins.
13.-
Cervezas de encadene (no las de después de escalar, que entonces se
iría la cifra), sólo las que celebran un éxito de igualar máximo
grado = 90 €.
14.-
Colaboraciones con equipadores o asociaciones o clubes como Peña
Sobia y demás: 150 € (cantidad pobre, lo sé, casi da vergüenza
escribirla).
15.-
Consumo de revistas especializadas y guías de escalada: 80 €.
15.-
Sueños, esos son muchos y no cuesta mantenerlos.
Total
resultado del ejercicio han sido no menos de 4.855 € de
gasto.
No
tengo en consideración la comida, porque aunque hay variaciones en
la dieta para adecuarla al deportista, hay que comer todos los días.
Tampoco otras adquisiciones de material o medios que luego utilizo
para la vida normal, así como el seguro del vehículo, sus
revisiones y el cambio de ruedas cuando toca, pensemos que sólo una
parte es por escalar y otra por la vida, o puede que sea el total y
tengamos que imputar una pequeña parte a la vida en cambio.
El
presupuesto para 2.016 al menos debe ser de 5.000 €,
da vértigo pensarlo, de nuevo tengo que pensar en garantizar
ingresos que superen esta cantidad y dejar algo para el resto de la
vida.
Hablaré
con la ardilla de Espadelles, con el pájaro carpintero, con el
cárabo del camino, con el bonobo de Cuenca, con el quebrantahuesos
de Benasque, los renacuajos de Chang Mai, pediré consejo al
Carpintero, al lechero, a los piratas, a los surferos, opinión al ingeniero, preveremos el
tiempo de tormentas, nieves, lluvias y sol abrasador, lo calcularemos
como el cubo de Rubik y soñaremos todos los años lo suficiente para
levantarnos con los sonidos del monte y lo ruidos de los aperos.
Recordemos,
una vez más, a nuestros héroes y visitemos sus tumbas. Se acaba el
2.015, larga vida al 2.016, iniciemos el presupuesto y preparemos su
ejecución.
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