lunes, 10 de diciembre de 2012

Constante del picado: tallados comerciales


Por alguna razón cuando hablamos de los tallados se menciona una y otra vez a la ética. Las normas que deben regir nuestra conducta y que son aceptadas por todos. Estoy de acuerdo, creo que no deben hacerse en las vías, que la roca es por sí diversa y da la dificultad sin necesidad de alterarse o modificar a gusto. Eso sí, no es de esto de lo que estamos hablando. Analicemos la realidad como es, no como nos gustaría que fuera. Los hechos y su impacto en nuestro deporte como actividad económica, concepto que sigo discutiendo y explorando. La ética y las normas que debemos cumplir las dejo para los que tengan autoridad para invocarlas y para los editoriales de Desnivel o de Escalar, así como algún que otro foro.

Mi primer 7c que encadené es una vía en Somaén, equipada por Rafa Fanega, que la llamó Naturalísima, él equipa y escala y rara vez polemiza, opina y actúa, con discreción, equipa y equipa, no unas pocas vías, sino sectores completos cada año. Creo que en un futuro podrá publicar un libro, con pseudónimo por supuesto para que no le multen, con la vías que ha equipado en su vida y será una obra de referencia por extensión y calidad. No me estoy yendo del tema, estoy acercándome.

El número de escaladores y de repeticiones de una vía debiera ser el valor para medir su rentabilidad. No es lo mismo una vía que no prueba nadie, que aquéllas que están siempre ocupadas. Según este análisis las vías de grado inferior son más rentables que las de más grado por repeticiones. La relevancia es la otra variable; si escaladores de alto nivel, y con repercusión en medios especializados, prueban una vía en concreto del máximo nivel, la convierten en objeto de deseo. Su precio aumenta, al aumentar la demanda de encadenamientos. Aumenta su valor.

Vemos por tanto que no sólo son las repeticiones sino la relevancia lo que da valor a la vía, siendo la inversión del equipador la misma más o menos en equipar la vía. Empieza a tener una consideración las denominadas vías totalmente naturales, aún cuando a veces tienen retocados o reforzados cantos, pero no es el máximo valor para su fama.

Los escaladores pregonamos la ética de lo natural y escalamos las vías de mayor belleza, incluso se oyen comentarios de si la vía tiene un grado distinto si no se coge el picado.

La constante del picado nos lleva a calcular que hay escuelas con picados que se convierten en un valor alto de escalada. Su rentabilidad en términos de repeticiones y escaladores aumenta.

Hemos hecho un lío de la explicación: es lo que ocurre cuando mezclamos la ética con la economía. Y como escuché a un equipador este verano en una escuela de alta ética “si no te gusta no la pruebes”, la vía es buenísima, había cola, lástima del pequeño picado de la pinza de entrada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario