jueves, 13 de junio de 2013

Cuenca año uno, ¡cómo hemos cambiado!

Hace más de un año escuché a un ciclista en el parking del Alfar gritar a las caravanas “Turismo de calidad”, crítica al aire de pensar que los escaladores no somos un turismo de calidad. Entiendo que quería decir calidad igual a importe gastado, puede que lechazo en restaurante de la ciudad y paseo a ver el timo de las casas colgadas.

Hice un cálculo a vuela pluma de lo que aporta la escalada y lo que puede llegar a aportar, me quedé corto, es mucho más.

Ha pasado un año y Cuenca florece todavía más. El número de escaladores se incrementa constantemente, el número de vías abiertas crece, los equipadores sortean los obstáculos para nuevas e impactantes creaciones, se han abierto al menos dos “casas para escaladores”, siendo Bonobo un simpático dinamizador e inteligente proyecto, el bar del Alcampo ha aumentado el número de camareros ante la avalancha de escaladores a celebrar los éxitos los fines de semana, el Bodegón en el centro ya sabe quiénes son esos de los gestos con los brazos mientras cenan, enseñando a los comensales los movimientos más duros de las vías, las referencias en revistas especializadas de escalada de todo el mundo han aumentado, con fotos que han sido portada, no la casa colgante, sino “Palestina 9a”, con el intento a vista del mayor monstruo en la actualidad, el checo Ondra y su inverosímil intento a vista, las caravanas y furgonetas que inundan las hoces se han triplicado al menos, Desnivel va a publicar una nueva guía el doble que la anterior y seguro piensan será rentable. Puedo seguir, pararé aquí.

¿Cómo ha pasado?, ¿qué ha ocurrido?

La crisis económica nos está enseñando que no hay una causa única de la situación, ni una sola razón que pueda explicar un cambio. Yo suscribo este punto de vista y toca, entonces, analizar una serie de hechos que han hecho posible el cambio:

a.- La inteligencia de los equipadores: ante tanta prohibición y limitación han “innovado” con soluciones  acordes a la situación: Valdecabras sur ya tiene el tamaño de una escuela, las nuevas aperturas en las otras hoces se suceden en un proceso ininterrumpido.

b.- La creación de la Asociación de la Zona Centro de Escalada Sostenible: un 
interlocutor que nos hace tener voz como colectivo. Ha servido para sentar a la mesa a alguna parte de la administración. Lo triste es que han sido los de Medio Ambiente y nos los de Turismo, por eso las conversaciones han tratado sobre rapaces y nidos, en vez de turismo y visitantes. Al menos ahora saben dónde anidan las aves protegidas, que últimamente las habían perdido. Ellos sí, no nosotros que llevamos tiempo sin escalar cerca de sus nidos.

c.- La No acción de las administraciones públicas: no han hecho ningún evento de difusión de la escalada, ninguna competición, ninguna referencia en sus guías de turismo. Hay que alabarles el gusto porque tampoco han prohibido aparcar en los arcenes de las hoces, no han prohibido los nuevos equipamientos y reequipamientos, no han multado a nadie por dormir en lugares más o menos bien señalados, han permitido que la “playa municipal” sea un parking de noche de caravanas y furgonetas, supongo que la policía claramente nos prefiere a los anteriores ocupantes que eran los asiduos al botellón en Cuenca.

d.- La actuación inteligente de la guardia civil y policía nacional con las zonas de pernoctación. Las recorren por la noche comprobando que todo está en orden y siguen buscando a los malos, que son otros, ya lo sabemos.
e.- La visita de Adam Ondra: El mejor escalador del mundo intentó hace el primer 9a “a vista” del mundo. Noticia de relevancia mundial que es portada de todas las revistas de escalada, situando a Cuenca como referencia mundial, generando un movimiento de escaladores de todos lados hacia Cuenca. Hemos visto japoneses, americanos, europeos, australianos que se suman a los habituales franceses que vienen por Cuenca. Adam no lo consiguió, espectaculares imágenes, sí nos ha dejado el regalo de la publicidad.

f.- Bonobo: En medio de la pesadumbre surgen emprendedores que encuentran un hueco para iniciar un proyecto. Un refugio de escaladores en una zona donde se juntan cientos todas las semanas en sus paredes parece una idea razonable, lo novedoso es su impulso permanente y su presencia tanto física como en la red con noticias, información, croquis y cervezas. Su propuesta de cerveza y ducha a tres euros es toda una fórmula de éxito.

g.- La calidad de sus vías sigue siendo reclamo permanente. Llenas de picados y sikados en su origen, tendencias hacia las líneas naturales ahora, jalonadas por otras mixtas. Colas en todas ellas los fines de semana llevan el debate de la ética de su equipamiento hacia las cervezas y a los blogs más influyentes más que a pie de vía. Las hoces de Cuenca tienen por descubrir las vías de dificultad del futuro, el paraíso de las generaciones futuras, llenas de equipadores espero.

Turismo de calidad en Cuenca. Año uno.

Miramos hacia los políticos para que solucionen la crisis, Cuenca nos ha enseñado que en ciertos temas es mejor que no hagan nada, que regulen menos, que sean más permisivos con los flecos de las normas e intransigentes con los incumplimientos. 

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