viernes, 14 de septiembre de 2012

No hay dos sin tres: el parking de Valdegovía


No podía acabar el periplo veraniego de escuelas y lugares sin escribir sobre uno de los parkings más curiosos. Me refiero al de Valdegovía, escuela alavesa de gran calidad, inundada por los madrileños que huimos del calor en verano, y destino habitual del norte.

Hace unos años se llegó a prohibir escalar allí y en el pueblo se llegaron a colgar carteles de rechazo a los escaladores. Negociaciones y reuniones por parte de unos y otros, federación vasca creo, llegaron a un acuerdo de permitir la escalada cumpliendo unas pocas normas. No se suben los vehículos a la zona de escalada y se puede acampar en una campa detrás de las escuelas. Puede que haya más pero se resumen en estas dos.

Aquí es donde está el hecho diferencial. La campa o parking, en terminología que he adoptado para estos lugares en este blog, no tiene nada más que terreno suficiente para que convivan hasta medio centenar de furgonetas, caravanas y demás vehículos, está fuera del campo visual del pueblo, no hay sombras de árboles y se accede por una pista de tierra. El agua se obtiene en una fuente pública, hay duchas en las piscinas climatizadas del pueblo por dos euros, tres si quieres bañarte en la piscina. La guía de escalada se obtiene en la oficina de turismo del pueblo o te la bajas de internet en la página de la federación vasca de escalada.

Todos contentos, inversión mínima del ayuntamiento, lugar permanente de visita de escaladores, bares ocupados, camping lleno, buen ambiente y ningún problema de convivencia. Sólo los propios de la gestión de los residuos que generamos, tema que hay que afrontar cada vez más porque el campo no puede ser un servicio público lleno de papeles y heces.

Toca reflexionar sobre cuál es el mejor modelo, hemos visto Cuenca con su ignorancia de la escalada, Rodelllar con sus multas, Margalef con su presa masificada, Ceusse con su parking con fuente y suciedad, Teverga con su apuesta por este turismo, Valdegovía con su dejar estar sin más. Pienso que el más sostenible es el de Rodellar y el más difícil el de Teverga por el gasto que lleva, los demás tenderán a ir hacia uno u otro lado. El extremo es la prohibición, ese es otro tema.

Generamos gasto e ingresos en las zonas donde escalamos. Individualmente no merece la pena cuantificarlo, aceptar que es una forma de turismo activo que poco a poco va generando una fuente constante de negocio es el objetivo que trato de explicar, se llama demanda agregada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario